No se que esta mal, no se que esta bien, pero sigo insistiendome a mi mismo a seguir pensando en ese vago recuerdo que surge derrepente cuando menos me lo espero, encerrado, atrapado, encadenado y sobre todo amordazado, para evitar que hable o que quiera hacerme sentir algo que en este tiempo no es apropiado...pero lo escucho gritar, como si fuera un grito de guerra.
Quiero empezar a decir el no, aquel que se volvio tan insistente en mi mente ya hace 2 años cuando por ultima te dije lo que sentia, me rehuse a continuar una vida contigo y te rehusaste aun mas al exiliarme de la tuya por este tiempo, y ¿que sera?, ¿casualidad?, tu sigues aqui y yo sigo aya tomandome un leve respiro de todo lo que fue que jamas llego a ser y que nisiquiera se le hizo el intento, sin embargo creo que fue mejor asi, hubiera dolido mas de lo debido y saber que la mayoria de las veces el miedo y el dolor se sustituyen por el odio, no hubiera sido el mejor camino.
Un respiro necesario, una coincidencia inevitable y sobre todo un sentimiento que me cuesta callar aunque lo tenga bajo miles de candados, almohadas, cadenas, pensamientos, y aun asi esta gritando que lo saque por que logro escucharlo, pero no lo hare, esta vez ignorare sus gritos, y dejare que todo siga su curso como lo he hecho todo este tiempo despues de todos los percanses, continuara en esa caja llena de estrella y de cristal en la que yo lo puse por ti y que pense que se habia roto, pero no, sigue vivo, sigue deslumbrando y lo peor, sigue gritando...
Y el recordarte no hizo daño, el verte mucho menos...pero el escucharte sigue causando los estragos confusos en mi y dando un leve golpe al cristal de la caja, provocando que esos pequeños sollozos que solo se dicen en el fondo de todo logren empezar a escucharse, momento de mas para empezar a sellar las ranuras, arreglar los marcos en la caja, pulir las estrellas y tratar de silenciarte a ti con la fuerza de mi silencio.
-Jhoan Orpinela-